Pacté con la vida por un penique
y la vida no pagó más;
Sin embargo mendigué por la noche y conté mi parco acopio.
Pues la vida no es más que patrón que da lo que se le pide,
pero una vez que se fija el salario,
!oh!. es preciso seguir adelante con el trabajo.
Trabajé por el jornal de un lacayo,
solo para aprender acongojado,
que cualquier jornal que hubiese pedido a la vida..
ella me lo hubiese dado.
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Viviana